Para que el término tan abusado de diálogo vuelva a tener sentido es necesario que exista una gramática compartida. En democracia la gramática compartida es la Constitución y son las leyes. Fuera de ellas no hay diálogo posible, la comunicación es imposible. Pero las lenguas, las gramáticas se renuevan, sin dejar de ser las mismas. […]